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miércoles, 31 de mayo de 2017

MA ANANDA MOYI Mayo 2017



 
Soy Ma Ananda. Hermanas y hermanos en humanidad, permitidme primero de comulgar con vuestro Corazón...
Instalémonos juntos primero en la Paz...

 (Silencio)…

Mi venida entre vosotros está directamente en resonancia con lo que llevo y que también lleváis; la alquimia del Fuego, que os lleva a vuestra morada de Eternidad de manera tan evidente y tan intensa como lo ocurrido hace algunos años para muchos de entre vosotros, en resonancia con la Onda de Vida.

Hoy en día tal como lo comprobáis desde las Teofanías y las Emanaciones, así como en el proceso de Ascensión de la Tierra que ha comenzado, os resultará más evidente y vivir con más facilidad los procesos llamados místicos.

La Teofanía es un medio para adentraros en vosotros, en vuestra Eternidad, ella os permite vivir – y algunos lo viven ya, con distintas intensidades – la beatitud, la éntasis o éxtasis, arropándoos en Espíritu más allá de las contingencias de este mundo, llevándoos, a vuestro regreso, a constatar que ese estado de beatitud se refleja incluso en las actividades de vuestra persona.

Esas beatitudes, esas éxtasis y las éntasis, tienen obviamente innumerables repercusiones sobre la Tierra, sobre el conjunto de la humanidad y por supuesto en vosotros, pues al reencontraros con lo que Sois en verdad y en Eternidad, podéis constatar las diferencias existentes y que son cada vez mayores y más flagrantes entre lo que es vuestra conciencia común y lo que constituye, de algún modo, el acceso a la Eternidad y vuestra Presencia.

Todo procede y todo proviene del Espíritu, como sabéis, y ese Espíritu se devela en vosotros de todas las maneras posibles, llevándoos – de manera fulgurante o bien progresiva – a reencontraros aquí-mismo en ese cuerpo, en lo que experimenté y he descrito en numerosas ocasiones respecto a mi propia vida en un cuerpo carnal. Lo mismo os ocurre hoy en día. Lo que vivís, repito, con distintas intensidades, es exactamente lo que viví en mi encarnación.

Eso implica, en este particular período de la Ascensión de la Tierra y de la Llamada de María y de vuestra liberación final, de ajustaros cada día, a cada instante, con el Espíritu de Verdad a vuestra eternidad, posicionando lo que queda de persona para estar en total armonía con lo que Sois en eternidad, incluso a través de la forma que usáis aún.

Así se vive para muchos de entre vosotros, cada vez más frecuentemente e incluso sin intención, la dicha del Corazón, la dicha de vuestra Eternidad. Eso implica muchos cambios que se dan por sí mismos en vuestra persona, en sus modos de funcionamiento. Hay una real transformación de vuestra persona, borrándose cada vez más y más frente a la Gracia y la belleza de la Eternidad, al mismo tiempo que se modifica para adaptarse, en las condiciones de vuestro mundo, a vivir lo que corresponde vivir de manera inminente y muy pronto.

Así, en este período en que las Teofanías ya han comenzado desde hace algunas semanas, se os presentan muchas posibilidades de reajustes extremadamente finos, llevándoos, cualesquiera que fuesen las situaciones, de manifestar primero lo que Sois en eternidad, antes que cualquier interés personal ligado a vuestra vida en este mundo o a los lazos que habéis establecido. Así es cómo descubrís la felicidad, la Autonomía, la Libertad, sean cuales sean las contingencias aún presentes en este mundo.
Y es en ese estado de Teofanía – que se instala en forma permanente, como María lo ha dicho – que se realiza en vosotros la mejor ubicación de vuestra conciencia global, la mejor ubicación de vuestra persona respecto a lo que se está celebrando.

Muchos – liberados, despiertos o dormidos todavía – se liberan en este mismo momento de la influencia final de esta matriz, dándoos a ver directamente y sin pena las ilusiones de este mundo, sus lados efímeros y tan pesados, llevándoles a veces a decidir los últimos cambios que son impulsados por la Luz y no por vuestras propias decisiones.
Como sabéis, en diferentes oportunidades, en diferentes circunstancias, la Luz se hace cada vez más presente y más preeminente, pese a lo que veis, en la pantalla de vuestra vida y alrededor vuestro, como en el mundo entero, el efecto de las resistencias al Amor que también se hace más evidente a vosotros y quizás más molesta para algunos de nuestros hermanos y hermanas aún no despiertos.

Quisiera deciros, y lo sabéis, que la Inteligencia de la Luz es mucho más inteligente que todo lo que podéis conocer, y que todo debería celebrarse para vosotros, individualmente, según la evidencia de la Gracia y la Inteligencia de la Luz, con la menor implicación posible en lo que constituye vuestro efímero, dándoos a descubrir la majestad de la Gracia, la majestad de la Luz, la majestad del Amor que no es de este mundo y que sin embargo se infunde en este mundo.

La comunión de Corazón a Corazón, la comunión con vuestra propia Eternidad es el único camino posible en lo sucesivo para no estar afectados por vuestro cuerpo, por este mundo, pase lo que pase. Vuestro Corazón del Corazón, vuestro estado de conciencia en resonancia con el Etreté es la única ayuda que pronto quedará, y sabéis que es en el Corazón del Corazón, donde está tanto el mundo como vuestra Eternidad, mundo que vive su final del sufrimiento, de las ilusiones, de la sed, la de la Verdad y de quienes Sois.
A través de mi vibración portadora de la función de la Estrella AL, ya lo expliqué hace algunos años, la reversión del alma y su consumación por el Espíritu. Hoy en día es directamente vuestra conciencia efímera la que es consumida por la Eternidad, llevándoos efectivamente a reajustar a veces finamente vuestros mecanismos de pensamiento, vuestros mecanismos generales de interacción con todos los componentes de este mundo.

Muy pronto, si aún no lo experimentáis, comprobaréis que el único verdadero alimento es el Amor y a medida que os entregáis a través de las Teofanías, os entregáis por completo a la Luz y aceptáis el sacrificio de lo que tan sólo pasa y no dura.

La alquimia de los diferentes Fuegos que se producen actualmente a través de las Teofanías y por el impulso Metatrónico final, ya ha permitido que muchos de entre vosotros entiendan que son el Camino, la Verdad y la Vida, en toda humildad y en simplicidad.

Os va a aparecer cada vez más claramente que no solamente la única verdad es la Eternidad, sino que sobre todo que el único posicionamiento posible está en el Corazón del Corazón, pues ahí seréis alimentados, y encontraréis el Gozo, la Paz, encontraréis la Ligereza y al mismo tiempo ese fuego voraz del Amor inextinguible.

La éxtasis sucederá sin ninguna preparación, ni fase previa de meditación, de alineación o de oración, porque esa será vuestra naturaleza, la única posible. A medida que pasen los días en este mundo hasta la Llamada de María, vais a crecer en esa beatitud. Para aquellos de mis hermanas y hermanos que aún no lo viven, no os preocupéis, ni temáis pues lo sabéis, todos tenéis prometida la misma Liberación, cualesquiera que sean los mecanismos para cada uno.

El «Velad y orad» de Cristo, apunta a mantener a la vez una atención y a permanecer en el Corazón del Corazón y al mismo tiempo a un abandono de todo lo superfluo y pasajero.

Son estos mecanismos de reajustes finales que facilitan, para quienes no perciben nada, el comienzo de un proceso de reversión del alma y de su absorción de la misma por el Espíritu, porque es el Espíritu, el Cristo, quien llama a vuestra puerta a fin de magnificar y develar, si aún no está hecho, las virtudes de la Eternidad y del Amor incondicional.

Paradójicamente, en el alboroto de este mundo que se apaga, en sus últimas convulsiones, en sus últimas ilusiones, es en este período cuando se os hace más fácil estar en el Gozo y en la Eternidad.

Se os ha dicho de responder a las llamadas de la Luz y a sus requerimientos. Mi consejo es de anticiparlos. Ese «Velad y orad» ha de convertirse en una forma de tensión hacia la Luz, que debe prender progresivamente – como ya es el caso – la totalidad de vuestra conciencia efímera, la totalidad de vuestros pensamientos, de vuestras jornadas como de vuestras noches y también la totalidad de vuestras relaciones e interacciones en este mundo.

Si no vivís nada de estos procesos por ahora, no os preocupéis, manteneos humildes y tranquilos, haciendo simplemente lo que os corresponde hacer, lo que la Vida os propone hacer. En cuanto a los Liberados Vivientes o que hayan vibrado una de las Coronas, el requerimiento de la Luz os llama a apartaros progresiva o brutalmente de todo cuanto os estorbaba.

Recordad, durante mi encarnación no necesitaba nada, ningún deseo, y eso es perfecto así. Es lo que vais a descubrir, los que aún no lo han hecho, no para intentar algunas experiencias, sino para realmente instalaros definitivamente en lo que Sois, prescindiendo – no por negación, sino porque se trata de una realidad impuesta por la Luz – de todo cuanto os estorbaba.

Es hora de dejar todas las cargas, es hora de apartaros incluso de todo lo que puede resistir en vosotros como en este mundo  y de centraros en la única tarea – que es un gozo – la de ser vosotros-mismos lo más tiempo posible y de manera más permanente posible, pues es en eso como os atendéis, pero sobre todo, en eso que os entregáis a la Vida y a la Eternidad.

Conforme las Teofanías se van a reforzar en intensidad y en duración, que sean programadas, espontáneas, o deseadas por vosotros mismos, entenderéis muy rápidamente, unos y otros de otras partes, que ahí está lo esencial, que ahí está la única Verdad, y que es una Verdad absoluta que no admite ni contestación, ni discusión, ni rodeos. Esto se vuelve, lo dije, cada vez más evidente y cada vez más flagrante.

¿Frente a eso, qué pueden representar los sufrimientos, las obligaciones, las resistencias, las penas? No es momento hoy de querer resolver algo respecto a vuestra persona y a vuestra vida efímera, realmente es hora hoy, con las Teofanías, de entrar en vosotros, de encontraros totalmente, y acordaos que nada de esto se encuentra en el seno de lo conocido, en vuestras experiencias, en fin, de ninguna manera se encuentra en lo efímero. Es eso lo que descubrís, y al mismo tiempo descubrís la totalidad de los mundos, la totalidad de las dimensiones, e incluso lo que se celebra en el seno de la Ilusión, es de la misma manera en vosotros que al exterior vuestro, sin ninguna diferencia.

Existe concretamente, una alteración importante de la noción de distancia, de tiempo, tanto para vuestro esquema corporal como para el desarrollo de vuestros días, como para el desarrollo de vuestras interacciones en este mundo. Es hora en cierto modo de desincrustaros de todo lo que os atrapa. Que sean las costumbres, que sean los compromisos, o bien sean las responsabilidades incluso, porque hoy, ya no se sostienen ante el Amor, y lo presentís, lo sentís, o bien ya lo vivís.

Conforme se vayan aligerando los arrepentimientos o las miradas hacia vuestro propio pasado, conforme os alejáis de cualquier proyección en relación a una fecha o a un acontecimiento que os concierne o concierne al mundo, la Paz crece y el Amor se ve y se vive. Es vuestra única fuente de alimento, de confort y de Vida. El Amor toma el relevo sobre todas las necesidades de este mundo, sobre todas las codicias de este mundo, y sobre todas las carencias de este mundo. Paralelamente a ésto, como mínimo la Paz, la Felicidad sin objeto y muy pronto la beatitud será, diría yo, vuestro pan de cada día, y ya no podréis dudar ni siquiera tergiversar, o haceros la menor pregunta sobre lo que os pueda quedar por hacer en lugar de Ser.

Esta última reversión que se vive no es solamente una reversión en los chacras, el paso de Puertas, esta última reversión es mucho más el feliz duelo de todo lo que os encierra y os limita, el duelo de todos los sufrimientos. Algunos empiezan sin quererlo a ver desfilar su vida como en el momento de la muerte, no para interesarse,  pero quizá lo más a menudo para dejar que se celebre la película de vuestras vidas.

Es una manera de rendir gracia, es una manera de dejar de estar afectados por alguna historia que sea, de no alimentarse o bloquearse más por ella, finalmente de volveros independientes y autónomos, de descubrir el verdadero Amor incondicional, ya no solamente por experiencia, sino estableciéndoos, en vida permanente en este mundo, en este Corazón del Corazón. Ningún obstáculo os podrá desviar muy pronto de lo se celebra en vuestra Eternidad.

Cualquiera que sea el efímero de vuestro cuerpo, sea cual sea el efímero de vuestras condiciones de vida, no sirve de nada querer agarrarse a algún pasado o condicionamiento que sea, porque éstos desaparecerán para siempre de vuestra conciencia. Por supuesto, desde hace muchos años habéis vivido las primicias, pero la acentuación de lo que sucede desde el inicio de la Ascensión de la Tierra, del 8 de marzo de vuestro año, y sobre todo después, algunas semanas más tarde, con el inicio de las Emanaciones Arcangélicas y de las Teofanías, firma para vosotros la Llamada de la Luz previa a la Llamada de María.

Esta Llamada de la Luz ya no es simplemente una llamada sobreviniendo por momentos, es una llamada constante a ser lo que Sois, aunque a veces sea necesaria que la Inteligencia de la Luz se ponga violenta en vosotros, para liberar lo que debe de ser liberado a través del cuerpo.

Si permanecéis en la Luz, sean cuales sean las quejas de este cuerpo, permaneciendo firmemente establecidos en la beatitud y éxtasis de la Teofanía, entonces nada de lo que suceda en vuestro entorno y en vuestro cuerpo podrá ser una molestia para vuestra conciencia, realizando entonces que estáis sobre este mundo pero que no tenéis nada que ver con él.

Todos estos elementos ocurren a gran velocidad, hay un gran contagio sobre la tierra, lo que os puede dar a ver, sobre la pantalla ilusoria de este mundo, las gesticulaciones de la oscuridad, que en cualquier ocasión intentarán atraer vuestra conciencia – y eso ya no funciona. Todo se revela, todo lo que ha estado oculto en vuestras vidas como a vuestro alrededor os aparece, no para juzgar, ni expresar remordimientos, unos arrepentimientos o bien resentimientos, sino más bien para verlo, y también ver que se aleja de vosotros, sea cual sea la importancia de las gesticulaciones en escena sobre el mundo.

Constatáis también que gracias a las Teofanías, que sea cuando se produzcan o incluso después, ahora, que permanecéis alineados, centrados en vuestra Eternidad, y lo que debe de vivirse en el seno de vuestra vida efímera se aleja de vosotros. Vuestros gustos  e intereses se desplazan exclusivamente en vuestro Corazón, en la evidencia de esta Eternidad que se despliega.

La mejor manera de vivir todo lo que tenéis a vivir hoy, es realmente de dejar que se celebre lo que se celebra para vosotros, situándoos en el Corazón del Corazón, en la Teofanía, en la Verdad. Cualesquiera que sean; lo sacudido en vosotros, o bien alrededor vuestro, sabéis pertinentemente y lo sabréis cada vez más, que todo esto sólo son gesticulaciones de lo que se está muriendo, y que sin embargo se cree aún vivo.

El reino sin posible intercambio con la oscuridad desde hace mucho tiempo, pero sobre todo desde algunos cientos de años, está finalizando, lo que quiere decir; que los últimos restos de predación existente,  incluso la organización de las ciudades, de la sociedad, sea cual sea el país del mundo entero, pronto no tendrán ningún control sobre lo que Sois, en cuanto aceptáis lo que Sois, en detrimento de todo lo demás. Ahí está vuestra Dicha, y ahí está vuestra Libertad.

Sumergíos cada vez más profundamente en vosotros, sumergíos en esta Paz que os es propuesta, sumergíos totalmente y completamente en la beatitud y en las comuniones que vivís, que os son ofrecidas y que os ofrecéis. Todo lo demás pasará cada vez más rápidamente sin ninguna posibilidad de ser alcanzados. Así vuestra misma conciencia, ahora, más allá de todo lo que habéis vivido o no, a nivel vibratorio, es eso lo más importante.

Sean cuales sean los procesos vibratorios que habéis vivido y su intensidad, vuestra conciencia se desvincula de esto por una razón que es muy simple, siempre os dijimos que la conciencia es vibración, pero el Absoluto, el Parabrahman no conoce ninguna vibración, ni ningún cuerpo.

Por supuesto las percepciones vibrales ligadas al Fuego que se celebran y despliegan en vosotros, lo sabéis y lo vivís, son cada vez más intensas, y llegará un momento para muchos de entre vosotros, incluso antes de la Llamada de María, y muy rápidamente – en los próximos días y semanas que vienen – os pondrá a vivir en esta beatitud que es vuestra verdadera naturaleza.

Así se consume en la Felicidad este mundo y vuestro efímero. La conciencia colectiva, por así decirlo, de la humanidad, ya no está enganchada de manera tan formal a la existencia de este mundo. De hecho si tenéis la posibilidad de tener unos testimonios alrededor vuestro, constataréis sin ningún problema ni dificultad que un número cada vez más grande de hermanos y hermanas descubren la verdad de la Luz, sin poder ponerle ni palabras ni explicaciones, ni incluso vibraciones. Todo esto traduce la estasis, el momento donde el Juramento y la Promesa se actualizarán en vosotros de manera colectiva, pero muchos de entre vosotros están llamados a preceder el colectivo; es exactamente lo que está ocurriendo ahora.

Os diré incluso que cuando la Teofanía espontánea suceda, independientemente de los programas o de las intenciones que hayáis emitido, dejadlo todo y sumergíos en lo que se vive, y no en vuestras ocupaciones diarias. Os incumbe elegir lo que deseáis privilegiar en vuestra alma y conciencia, en vuestro Espíritu, y no según las contingencias de este mundo o las costumbres de este mundo. Ha llegado el momento ahora, tal y como el Cristo os ha dicho de dejar los muertos enterrar a los muertos porque ya no podéis ayudarles, sólo podéis ayudara  la Tierra para permitir que las últimas Gracias de María, llegado el momento, puedan vivirse.

Tal y como he dicho cuanto más os sumerjáis de manera permanente en este estado de beatitud y de Teofanía, más constataréis el alejamiento de este mundo. No es para nada una palabra vana ni una  palabra, es la realidad, como para los que ven su vida desfilar, por escenas, por fragmentos. No se trata del balance de vuestra vida ya que nunca volveréis en el seno de estos mundos falsificados, sino más bien de un adiós, sin ninguna nostalgia, sino en estado de Amor y en estado de Fuego del Espíritu. Todo esto es consumido cuando lo veis. No requiere de vosotros ningún esfuerzo ni ninguna decisión, sólo de permanecer lo más a menudo posible en la Morada de Paz Suprema. La Teofanía está ahí para eso.

Mi vibración de Estrella AL permite realizar ahora, para muchos de vosotros, lo que no se pudo hacer durante los años 2011 y 2012, a pesar de las Bodas Celestiales, de realizarse con evidencia para un número, ciertamente mucho más importante de lo que fue el caso al finalizar los siete años del proceso de Liberación de la Tierra. La Tierra está lo suficientemente estabilizada en su futura nueva  dimensión , os incumbe ahora a vosotros, de estabilizaros en la Eternidad y es en eso que vuestras prioridades se definen día tras día, hora tras hora.

Lo que os puede todavía parecer duro, que sea en vuestro cuerpo, en vuestra vida o sobre este mundo, se alejará también en cuanto permanezcáis sin dificultad y sin necesidad de nada más, en la Morada de Paz Suprema. Es así como el éxtasis toma todo el espacio y toda la conciencia.

Diría que hoy, lo más importante, aunque os parezca tener todavía cosas a practicar, o hacer, para ultimar este acceso, es únicamente la práctica de la Teofanía, y sobre todo la tranquilidad, la inmovilidad, la vida la más natural posible que podáis vivir, más allá de las luces de este mundo, de sus ilusiones y placeres. Veréis, no se trata de un sacrificio respecto a estos placeres, sino de una renuncia perfectamente aceptada ante la belleza y la majestad de vuestro éxtasis y de la Verdad.

Los impulsos de la Luz, sin siquiera hablar del impulso Metatrónico, si os concierne, os llevarán a veces brutalmente a dejar de estar atados a vuestras últimas ilusiones en el seno del efímero. Así descubriréis, si no se ha hecho todavía, lo que es lo Desconocido, que no se volverá conocido sino que se volverá vuestra única verdad, vuestro único objetivo, si puedo expresarlo así. Todo está perfecto así.

Hoy no podéis convencer a nadie de la realidad del Amor por ninguna palabra ni ninguna actitud, pero podéis en cambio dejar aparecer lo que sois en Eternidad, sin temor a ningún juicio, porque hasta aquel de vuestros hermanos o hermanas, el más temeroso y más alejado del estado que es el vuestro, puede ahora por la desaparición de las capas aislantes, de reconocer y de vivir la misma cosa que vosotros, a veces de manera instantánea. Tal es la acción de la Gracia en estos tiempos, tal es la Gracia también de la acción de Mikael, permitiendo zanjar con más facilidad lo que no tiene lugar de ser y que pronto desaparecerá completamente de vuestra conciencia, incluso como historia.

Todo será reemplazado por el Amor, todo será reemplazado por la Verdad, todo se volverá beatitud, conforme este mundo se desintegre y desaparezca por la acción de los Elementos, de la locura de los egos, pero también por el final del control de la oscuridad en este mundo.

Sabéis que en la India hablamos de ciclos. Cuando un ciclo se acaba – como es el caso, el del Kali Yuga –, a menudo durante este cambio de ciclo puede haber la impresión de que las cosas no avanzan. Hay unas dudas, hay unas interrogaciones, éstas dejarán de existir incluso antes de la Llamada de María, por vuestra simple aceptación, por vuestra simple presencia, por vuestro Amor que no depende de ninguna condición ni de ninguna otra persona.

Los momentos que vivís son únicos en la historia de la Tierra porque sois innumerables a vivirlo, mientras que en mi época sólo éramos unos pocos para mantenerlo. Tal vez lo sabéis, estábamos encarnadas como Estrellas sin siquiera saberlo nosotros mismas, es nuestra presencia, por turno, de tres en tres, que ha permitido evitar un desastre anterior a la llegada de la Luz. Hoy ya no hay más desastre, sólo hay la cesación del sufrimiento, de las ilusiones, el regreso a la integridad, la disolución del alma y el clamor del Espíritu. 

Cada minuto de vuestra vida, a partir de ahora, os va a proponer la elección del emplazamiento, el de lo efímero o bien el del Eterno, y de apreciar cada vez más la diferencia de vuestra conciencia, según os situáis todavía en las problemáticas de las personas, de las historias, o si os dirigís hacia el final de cualquier historia, hacia la beatitud.

En esos procesos que se celebran cada día y cada minuto de manera cada vez más extensiva, pronto no quedará el menor espacio para la menor duda o la menor hesitación, si es que todavía dudáis.

Os lo repito, la única salida, lo sabéis, es el Corazón. La única posibilidad hoy, es ir hacia esta Teofanía perpetua, que no es nada más que la emanación, la irradiación, y la presencia de vuestra Eternidad en este mundo, desvelada y asumida totalmente. Es así como realizáis el más puro de los servicios a vosotros y al conjunto de la humanidad. Por supuesto se os ha dicho que las Teofanías pueden realizarse con una intención sobre un objetivo dado; pronto comprobaréis que ya no podréis parar más la Teofanía, no podréis dirigirla más, ella ya no podrá ser programada más o deseada, será permanente cada vez más.

Viviéndola, comprenderéis entonces tal vez, si aún no ha sido vivido, la vanidad de vuestros apegos a este mundo, a vuestras obligaciones, a vuestras funciones. Os lo repito, dejad a los muertos enterrar a los muertos y dejad lo que murió alejarse de vosotros, porque tal como se os ha dicho, sois el Camino, la Verdad y la Vida, sois el Absoluto, sois el Parabrahman.

No existe ni mundo, ni formas, ni dimensiones, sólo existe el Amor, que no necesita probarse a través de una forma, de una experiencia. La verdadera Libertad es ésa, la de la inmovilidad y de la beatitud eterna, allí donde no existen ni el tiempo, ni el espacio, ni la forma. Este emplazamiento es anterior a la misma Luz incluso, pero contiene todas las Luces, todos los mundos, todas las dimensiones, todo lo posible. Descubriendo esto entonces, y viviéndolo de manera cada vez más intensa y más permanente ¿qué podrá quedar de lo que constituía vuestra vida? Y eso, si tenéis tiempo para ello, antes incluso de la Llamada de María.

Los momentos de requerimiento de la Luz donde desaparecéis, antes incluso de la Teofanía, son también muy importantes. La Teofanía tiene no obstante la ventaja de manteneros en la Infinita Presencia y de daros a ver y a vivir lo que, para muchos de entre vosotros, no existía por el momento, ya que erais muchos en percibir las vibraciones, la Onda de Vida, pero a pasar de la conciencia ordinaria a la desaparición sin poder ser informados, si puedo decirlo así, de la Presencia Infinita. Eso se acabó hoy, esto quiere decir que tenéis toda la oportunidad y toda la posibilidad de mantener sin esfuerzo la expresión del Amor incondicional y de vuestra Presencia eterna en este mundo, como de desaparecer.

La rectitud de lo que está por vivirse se traduce siempre por la Alegría, por la Ligereza, en un Corazón vibrante, si vibráis, y por una evidencia que no sufre ninguna contestación ni alguna justificación. Además, ¿qué palabras podrían ser empleadas cuando estáis en éxtasis? Esto se vive sin palabras, se vive sin conciencia, se vive sin forma, ni de tiempo ni espacio.

Es durante esos momentos cuando el alma empieza bien sea su reversión, bien sea su disolución definitiva, si esto no ha sido hecho, dejando el espacio al Espíritu de Verdad, al Verbo creador, al Coro de los Ángeles y sobre todo a Cristo, y a vosotros mismos.

Entonces en ese momento, no tendréis ninguna vacilación en poner vuestro Espíritu en las manos de la Fuente – que vosotros Sois, también. No puede haber una dicha más grande, no puede haber una satisfacción en este mundo que pueda siquiera imitar esta Verdad, que sin embargo no tiene palabras. Además ninguna palabra puede traducirlo, porque en cuanto hay palabras o discurso, hay necesariamente una toma de distancia, y alteración en alguna parte. No os queda más entonces, que ser el testimonio viviente de la Vida y la Verdad, más allá de todo concepto, de toda palabra, de toda interpretación, y de toda prueba que haya que aportar, a vosotros como al exterior del mundo, porque este Amor es la prueba de lo que Sois.

Más allá de mis palabras que he pronunciado hoy, por la Gracia de mis otras once hermanas Estrellas y por la Gracia de María, os propongo ahora, en el instante en el que estéis ahí, en el instante en que me leeréis o bien
me oiréis, de poneros conmigo y con mis me oiréis, de poneros conmigo y con mis hermanas en la Teofanía.

 Silencio…


Soy Ma Ananda Moyi y abrazo a cada uno de vosotros sobre mi corazón, y rindo gracias a lo que sois.

 Silencio…

Os digo hasta siempre en la Eternidad, os digo hasta siempre en el Amor, os digo hasta siempre en la Verdad. Todo mi Amor es adquirido por vosotros, hasta la vista.

Cada uno de vosotros puede decidir seguir con la Teofanía y la comunión, aquí en esta sala o en otra parte, durante el tiempo que consideréis oportuno.

 Silencio…

* * *




lunes, 29 de mayo de 2017

MARÍA La Teofanía del Espíritu 28 mayo 2017

Soy María, Reina de los cielos y de la Tierra. Amados hijos, vosotros que os unís a mí en este instante, así como el conjunto de mis hijos ocupados en otras cosas, expreso todo mi Amor, y todas mis bendiciones, e instalo en cada uno de vosotros, mi Teofanía.

Sois innumerables a haber vivido con distintas intensidades la claridad de lo que Sois durante las Teofanías. La Teofanía como quizá lo habréis observado fuera de nuestros encuentros, se produce en cada uno de vosotros, más allá incluso de toda intención. Esa es la Teofanía perpetua.

Hoy cuando concluye el mes de mayo de vuestra tierra, os emprendo a realizar esta Teofanía hacia el Espíritu, que está en vosotros y que no depende de ninguna forma, ni de ninguna dimensión. La intensidad de la Gracia es tal sobre este planeta, que el conjunto de mis hijos que vuelven la mirada hacia su propio Corazón y hacia su Eternidad, ahí descubren la Verdad.

Este mecanismo último de vuestra conciencia, volcando en la a-conciencia, como ha sido ampliamente explicado y que quizá lo hayan vivido, se presenta hoy a vosotros por una Gracia especial, previa a mi Llamada. Volcando la conciencia hacia vuestro Corazón en lo más hondo de vuestro Ser donde se encuentra la única Verdad, es esta Teofanía del Espíritu la que pone punto final a la Ilusión de este mundo, a sus tormentos, a sus mentiras, a sus encierros.

He venido hoy a invitaros a que os volváis totalmente hacia lo que Sois, a fin de demostraros que todo lo que sucede sobre la pantalla de vuestro personaje y de este mundo, en cualquier apoyo o circunstancia que sea, sólo es una vasta ilusión. Solo la inmersión en la Teofanía del Espíritu podrá para muchos de entre vosotros y de manera rápida, poner fin a todo lo que resiste al apego a vuestra historia, a vuestra forma, o a este mundo.

En unos instantes daré, y lo haré leer, las palabras que acompañan esta Teofanía del Espíritu, no para daros una enésima oración de cualquier naturaleza que sea, sino para daros unas palabras, que en cualquier idioma que habléis, tiene la capacidad de detener todos los mecanismos ilusorios a los que estáis todavía comprometidos y en los que aún participáis. La Eternidad es vuestro salvoconducto.

En cuanto termine este mes de Mayo comenzará el mes de las tribulaciones, las más intensas que la humanidad intentará desatar en su error y su ceguera, se aparta del Corazón, tratará de sembrar el terror y el miedo. Volverse hacia su Corazón, hacia vuestro Corazón, hacia mí, hacia el Espíritu, os protege - sin buscar ninguna protección -, de toda acción de la Ilusión y de las fuerzas ilusorias que entrarán en acción en muy pocos días.

La Teofanía del Espíritu os sitúa más allá del Sí y la Presencia Última en vuestra inmortalidad, en vuestra Eternidad, más allá de toda noción estelar, más allá de vuestros linajes, más allá de lo que se puede definir con palabras, pero que únicamente se puede vivir. Estáis llamados a eso, unos tras otros como en conjunto, en este difícil período para la persona.

Os atañe hoy de dar este último paso o bien de esperar a mi Llamada. Eso se debe a vuestro posicionamiento en una historia y la persona, o bien en la Eternidad. Habéis sido muy numerosos en percibir la diferencia de vuestro estado de Ser, si puedo decir, según si vivís la Teofanía o que tengáis que afrontar las circunstancias duales de este mundo en cualquier ocupación o actividad que sea, dándoos a probar la dicha de la Verdad.

Hoy muchos están listos para soltar las últimas ataduras del apego a la Ilusión, al desarrollo del escenario de este mundo. Aquellos de mis hijos que han encontrado su Corazón, solo tienen a partir de ahora que instalarse de manera cada vez más permanente y evidente. A través de los movimientos de vuestra conciencia entre lo efímero y la Eternidad se juega en vosotros el espacio de resolución de lo que puede todavía oponerse por miedo, por creencia o por costumbre, a la Verdad que se despliega ahora en este mundo.

Como sabéis, el conjunto de las naves de la Confederación Intergaláctica se manifiestan de forma cada vez más evidente en vuestra dimensión, dejándose ver; pero eso no es un espectáculo y lo sabéis. Muchos de nuestros hermanos intergalácticos están situados tanto en los volcanes, como sobre vuestras ciudades o en diferentes lugares, para actuar llegado el momento cuando mi Llamada suene, cuando las señales del cielo y de la Tierra se manifiesten en su totalidad, cuando vuestros ojos se abran y vean lo que hay que ver en el cielo. Entonces nadie podrá decir que no sabía. Es en ese momento el choque de la humanidad, que para muchos de vosotros se realizará antes de mi Llamada. Es a través de este choque y la estupefacción de la conciencia que la Eternidad puede emerger y se presentará a vosotros.

La Teofanía del Espíritu resonando en las palabras que serán dadas dentro de un momento, os permitirá de consolidar vuestra Eternidad y de observar por vosotros mismos que no existe ninguna dependencia, ninguna atracción al mundo de la Ilusión. Todo lo que estaba oculto se desvela ante vuestros ojos desde el instante en que no entréis en reacción frente a quien quiera o ante vosotros mismos, pero dejad vivir lo que está por vivir, en la paz del Corazón, más allá de toda persona y de toda voluntad.

Es además a través de los vaivenes entre la Teofanía y el estado del Corazón libre y vuestro estado de persona que se manifiestan a vosotros, de manera íntima, las últimas disparidades respecto a la Verdad. Así independientemente de la intensidad de vuestras Teofanías, si regresando en la persona ella toma las riendas, por vuestros comportamientos, recriminaciones o palabras, entonces necesitáis adentraros más en la Eternidad, a fin de que esta sea reflejada y actúe directamente en lo que pueda quedar de la persona.

Lo que quiero decir es que no es más tiempo de nutrirse de la Luz y ejercer cualquier poder personal o poner en acción algo de vuestra persona. Cualquiera que sea la vivencia en estado vibratorio, o vuestra asignación vibral, o revelación de vuestros linajes y origen estelar, cualesquiera que sean los mecanismos, incluso del Canal Marial activo en vosotros, hoy os será posible de ver si existe todavía alguna distancia entre lo que representáis en el mundo y lo que Sois en verdad.

Así la iluminación eterna de la Luz os dará a ver las últimas cosas de la persona que se resisten y se oponen a la Luz. Bien sea a través de un simple dolor que se manifiesta en vuestro cuerpo, en función de la localización de este dolor, eso os conducirá hacia un centro de conciencia que aún no está alineado a la Luz. Numerosos elementos han sido comunicados, tanto por el Comendador de los Ancianos como por las hermanas de Luz y por otros pueblos de la naturaleza.

Hoy ya no os podéis ocultar más a vosotros mismos. En cuanto que una riña, una recriminación o una tristeza aparece sobre la pantalla de vuestra vida, entonces no estáis en el Corazón sino en la persona.

La Luz hoy se instala íntegramente. Ella no puede acomodarse a cualquier resistencia de la Ilusión, a cualquier persistencia del apego que sea o de una manifestación de la personalidad que llama a una reacción, estando en reacción donde se sitúan todavía por vuestros orígenes o linajes, en alguna forma de predación, ciertamente atenuada, pero que no es conforme a la Luz.

El recordatorio al orden de la Luz, como sabéis, se traducirá en vuestro cuerpo, pero es ahora sobre todo el recordatorio al orden de vuestro Corazón; vuestro Corazón se va encoger y cerrar o bien permanecer abierto. Os atañe ahora por la Teofanía del Espíritu de no dejar pasar el tiempo permaneciendo en la persona que reacciona, que se opone, que manifiesta un deseo o una voluntad que no puede estar de ninguna manera en conformidad con la Luz, sino únicamente con lo que quede de persona. El dolor de vuestro cuerpo como el dolor de la conciencia serán una realidad para muchos de entre vosotros. No se trata de un castigo, sino más bien de un ajuste extremadamente fino de la Eternidad a este mundo. Os queda poco tiempo, lo sabéis, hasta mi Llamada. Todas las señales profetizadas están presentes ante vuestros ojos, miréis donde miréis. El amo de los guiñoles, como lo llama el Comendador, interpreta su película y cree haber ganado, se pavonea en la proyección ilusoria de este mundo.

No participéis para nada en eso, y permaneced firmemente establecidos en la verdad de vuestro Corazón, diga lo que diga vuestro cuerpo y personalidad a través de sus sufrimientos y recuerdos, o bien lo repito; de lo que pueda quedar de costumbres y ataduras a este mundo. De ese modo seréis libres definitivamente, no estando ya sometidos a ningún dictado de este mundo, ni dictadura de vuestro cuerpo, respecto a la conservación de su supuesta inmortalidad.

No es más tiempo en lo sucesivo de interpretar. La Teofanía del Espíritu es un Fuego de Amor, consumiendo desde vosotros-mismos hacia vosotros-mismos. Solo la resistencia a eso, solo la presencia del ego y del mental os hará sufrir.

En el Amor no puede haber ningún dolor ni del cuerpo, ni de la persona, ni en cualquier aspecto relacional que sea; sino eso demuestra que cualesquiera que sean vuestras vibraciones, queda todavía por soltar algunos elementos de la persona que no se han visto, aparte que no es más tiempo de ver, sino simplemente de entregaros a vuestra Eternidad, a vuestro Corazón y en el gozo.

Como ya he tenido la oportunidad de hablaros progresivamente y ahora muy rápidamente, ya ningún elemento de vuestra defensa como persona, ninguna certeza como persona - que esté vinculada al amor entre vosotros, que sea vinculada a una propiedad, a una casa, a cualquier objeto, a cualquier responsabilidad familiar - se podrá mantener. No sirve de nada negarse, no sirve de nada mantener algo de lo efímero; el Espíritu os quiere en totalidad, el Cristo está ahí en vosotros y os espera, antes de que se manifieste a su justo momento después de mi Llamada.

Así mis queridos hijos, os pido de ejercer la mayor responsabilidad que sea frente vuestra Eternidad que emerge en lo efímero. Es en estos juegos finales, si puedo decir, que cada uno de entre vosotros tiene la posibilidad de ponerse en la dicha del Amor, en vez de la resistencia o en la expresión de una persona con sus fallos, sus memorias y sus costumbres, así como sus esperanzas y sus proyecciones.

No es el momento de observar vuestra vida, ni incluso de observar la escena del mundo. Sabéis perfectamente que la Verdad no es de este mundo, solo está en vuestro Corazón y en ninguna otra parte. Entonces ya no podréis jugar el menor juego como persona; sino soportaréis y asumiréis las consecuencias en el seno de la persona. No es ni un castigo ni una retribución, sino simplemente un requerimiento de la Luz que alcanza tal intensidad ahora que no puede permitir la menor falsedad en la expresión exterior como interior de vuestro Ser.

El recordatorio al orden será cada vez más fulminante, lo mismo que la sanación que será ella también, cada vez más fulminante y evidente, desde el momento en que soltéis vuestro personaje, vuestros juegos de escena, vuestras funciones y temores, aceptando jugar únicamente el juego del Amor, aparezca lo que aparezca sobre la pantalla de este mundo. Si no, no seréis libres hasta el final de estos tiempos de la Tierra que como sabéis, sucederá 132 días después de mi Llamada, ni un minuto más, ni un minuto menos.

Así os invito a través de la Teofanía del Espíritu a encontraros en totalidad, más allá de toda creencia, de toda condición, de toda suposición o proyección en un futuro o en cualquier esperanza respecto a una fecha que sea. Se os permite hoy por la Gracia de la Luz, como durante la Liberación de la Tierra por la Onda de Vida y más allá de todo mecanismo vibratorio, por el mecanismo último de la conciencia, de pasar de la Infinita Presencia, si puedo decir, al Absoluto, que es la única Verdad.

Si permanecen en la pantalla de vuestra vida zonas dolorosas a nivel del cuerpo, en vuestras relaciones, en vuestros amores o antipatías, entonces os invito a que os veáis bien, porque entonces no sois verdaderos e interpretáis aun un rol.

Os remito a lo que han expresado algunas de mis hermanas hace unos años respeto a la experiencia de su matrimonio místico con el Cristo o bien conmigo, de su estado de Paz, de su estado de serenidad, de su estado de Amor. Ya no es reservado para algunos santos, pero cada uno de mis hijos tiene ahora la posibilidad de vivirlo y diría incluso que para cada uno se trata de una elección que debe hacer, a fin de comprender que solo hay que dejar al Amor ser lo que Sois, para ser vosotros mismos en Amor y no estar ya en la lucha de cualquier territorio o encerramiento que sea.

Por tanto el requerimiento de la Luz, del Espíritu de Verdad, os sitúa ahora frente a eso; ser el Amor o estar fuera del Amor. No puede haber coartada, ni representación o algo que preservar; no hay más que los defectos inherentes a vuestra persona. Independientemente de lo que hayáis experimentado como vibración, no hay más culpable que la persona misma; Vosotros no tenéis ninguna culpa. Os incumbe de elegir entre estar en la Teofanía del Espíritu de manera perpetua, o bien posicionaros aún y siempre en las dudas de la persona, en las proyecciones del mental o en las costumbres que vienen de vuestro pasado, o de este mundo.

Llego la hora de algún modo, lo habéis comprendido, de dar el gran salto, para aquellos de entre vosotros que aún no lo han dado, con la mayor evidencia y la mayor soltura posible, sólo depende de vosotros. Nadie puede ser responsable o culpable, excepto vosotros-mismos. Ahí está vuestra responsabilidad, la de estableceros en la sonrisa perpetua de la Dicha, en la beatitud manifestada a la faz de este mundo, independientemente de vuestra persona y diría incluso, independientemente de los encuentros que nos quedan hasta finalizar la semana después de Pentecostés. Os queda pues un tiempo muy limitado para estar en la Gracia y no estar en la persona en sus zonas de resistencia, que sean corporales o impresas en las emociones o en el mental.

El Arcángel Uriel, como he dicho, ahora os acompaña, que sea en el transcurso de las Teofanías del Espíritu que se establecerán espontáneamente en vosotros y sobre todo espontáneamente hacia vosotros, en cuanto soltéis el sufrimiento de vuestro cuerpo o cualquier ilusión que pertenece a lo efímero.

Es viendo ese nuevo enfoque que ahora cada uno de mis hijos puede verse realmente, sin evasivas y sin falsas apariencias. No os podéis mentir más a vosotros mismos, ni podréis mentir al mundo sobre lo que Sois. En este mundo sólo podéis ser una representación, esconder y engañar sobre lo que representáis a los demás. Ahora eso ya no es posible.

Es así que observáis que el caos crece en este mundo, por aquellos de mis hijos que se han desviados con violencia de la verdad del Amor. Por tanto os lo ruego por la gracia del Amor y en nombre de la Verdad y en nombre de lo que Sois más allá de este mundo y de toda apariencia, de permanecer centrados en el Corazón del Corazón en la Teofanía del Espíritu, sea cual sea el elemento o la situación que pueda venir a vuestro encuentro. Si eso sucede, no es más que porque no habéis dejado ir lo que teníais que soltar de lo efímero, cualesquiera que sean vuestras vibraciones, o el estado de vuestro vehículo ascensional.

Lo sabéis, finalmente no hace ninguna diferencia, pero el período que viene y que está por atravesar de manera formal, durante los meses que se van a celebrar, os pondrán ante la Verdad, la vuestra, queráis o no, la que habéis representado sobre este mundo en la época que sea y la que representáis hoy finalmente. Se trata de un balance de toda cuenta; os atañe de ver y decidir lo que queréis guardar en vosotros o lo que dais sin restricción ni condición a la Eternidad que Sois.

No os podréis engañar más a vosotros o a cualquier hermano o hermana, ni incluso con las naves de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres. Que sea en las estructuras que pertenecen a la 3ª dimensión o de las estructuras mucho más etéreas y más elevadas sobre el plano vibratorio, recordad que lo que nosotros vemos es únicamente vuestra Luz, todo lo demás no aparece.

Entonces si permanecéis ocultos por la sombra de vuestra persona, no podremos ver vuestro Corazón y tampoco la Confederación Intergaláctica. Eso quiere decir que debéis apaciguar y afinar lo que os queda a ajustar para reencontrar vuestra libertad.

Habéis tenido, y nosotros con vosotros, numerosos años en comparación a los plazos cronométricos y cronológicos para permitiros ajustaros. Eso como he dicho, ha representado una Gracia infinita de poder ser la Paz, la Alegría, la sonrisa y la beatitud. Todo lo que no es sonrisa pertenece a la sombra, todo lo que no sea el brillo de vuestra mirada en cada mirada puesta a este mundo, no es más que una distorsión de la Luz. Ahora es el momento de verlo con la claridad más total y más cruda, a fin de haceros aceptar vuestra Eternidad.

…Silencio…

Os recuerdo que es el momento de dar la palabra a uno de entre vosotros para que lea las pocas palabras que representan una oración, no una oración en palabras, no una oración de súplica, sino una oración a vosotros mismos en el Corazón del Corazón, para permitir a la Teofanía del Espíritu cubrir y transmutar lo que pueda quedar de ilusorio, en cualquier esquema de vida que tengáis a vivir en este período.

Entonces amados hijos, os doy la palabra para transmitir esas pocas palabras que os doy y que os permitirán, si no está hecho, de vivir esta Teofanía del Espíritu como evidencia, con facilidad, sin ser retenidos o frenados por algún elemento de vuestra historia personal.

La Luz en lo sucesivo, os quiere completos e íntegros, sin ninguna zona de sombra. Sois la dicha, el Camino, la Verdad y la Vida; no podéis más traicionar el compromiso que tenéis, de ninguna manera, incluso en lo más corriente o inconsciente. Es eso lo que tenéis a ver para ser perfectos, como aquel que ha dicho; “lo que hagáis al más pequeño de entre vosotros, es a Mí, a quien lo hacéis”. Hay responsabilidad, autonomía y poder en esas palabras.

Os pido simplemente que no hagáis una exégesis, o virtudes teologales, de no hacer una oración como las hay en todas las religiones, y que de hecho no os hacen más que encerrar, Simplemente pronunciad esas pocas palabras, tanto al exterior como al interior vuestro, y vivid esta Teofanía. No olvidéis que la Teofanía del Espíritu no podrá acomodarse con cualquier manifestación personal que sea; además como dije, que vuestro cuerpo lo reflejará inmediatamente con una llamada al orden.

Entonces hijos míos, escucho las pocas palabras que he dado hace algunos días, a fin de que la mayor cantidad posible sea informada.
Te escuchamos:


"Yo te saludo María, que eres Gracia.
Eres bendita como todas las mujeres,
Y Jesús, el fruto de tu Corazón, nos bendice.
Santa María, Corazón de la Fuente, 
Oremos juntos, ahora y siempre, en la Eternidad"

Rindo gracia a tus palabras. Que estas palabras no sean un lamento en vosotros sino una salvaguardia al mantenimiento de vuestra éxtasis, para no ser desviados por cualquier circunstancia de vuestra vida o de vuestro mundo de este Corazón del Corazón.

Así esta Teofanía del Espíritu se realizará a su hora, cada jueves de mis últimas Teofanías. Os dejo el lugar como forma y como Madre, al Espíritu de Verdad, al Coro de los Ángeles, al Espíritu del Sol, al Impersonal, y todo lo que no pueda ser contenido por alguna forma.

Os invito a la comunión eterna en el Amor; os invito a la oración silenciosa perpetua, la del Corazón que es acción de Gracia y que rinde gracia. Sois la dicha, sois el Camino, la Verdad y la Vida. Nada más, salvo vosotros mismos, no os podéis desviar de lo que Sois.

Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. En la Teofanía del Espíritu, acojámonos los unos a los otros, más allá de toda forma.

…Silencio…

Esta primera Teofanía del Espíritu que vivimos ahora, aunque muchos de entre vosotros ya han tenido la ocasión de vivirla sin poder poner palabras, será realizada en unos minutos, todos juntos, cada uno de vosotros donde quiera que estéis, conmigo, con los Arcángeles, con la Flota Intergaláctica de los Mundos Libres y eso se reproducirá en los próximos dos jueves, antes de las Emanaciones Arcangélicas. Y no olvidéis que esta Teofanía del Espíritu, tenéis también el deber, en vuestra condición de Seres eternos, de realizarla y, dejarla vivirse.

Vuestro cuerpo es testigo, vuestra conciencia lo testifica. Pues ya no podéis servir a dos amos: a bien sois testigo de la Eternidad, o sois testigo del miedo.

Bendigo a cada uno de vosotros, en su Verdad, en su Luz y en su Belleza.

…Silencio…

Os hemos acompañado en este importante mes llamado, mes de Mayo; nuestra presencia os es adquirida a cada minuto. Los últimos velos de este mundo que os ocultaban la Verdad, están desapareciendo definitivamente.

Cualesquiera que sea lo que hayáis a atravesar según vuestro emplazamiento, no olvidéis nunca ahora, que vuestro salvoconducto es el Corazón y que no hay ningún otro salvoconducto, no hay ningún conocimiento, ninguna postura, ninguna vibración, ni conciencia incluso expandida que pueda oponerse a la Verdad.

Sois el Camino, la Verdad y la Vida, sois mis hijos, sois los hijos de la Ley de Uno, sois la Verdad en acción. Entonces os bendigo en la Teofanía del Espíritu, entonces os bendigo en el Cristo resucitado en vosotros.

…Silencio…

Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.

…Silencio…

Nací en el espíritu de cada uno de vosotros, me hayáis reconocido o no.

…Silencio…

Como portavoz de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, os invito a no desviaros de ninguna manera de vuestra Eternidad.

Dentro de muy poco tiempo no habrá ninguna necesidad que no pueda ser satisfecha por el Corazón eterno, por vuestra Eternidad; todo lo demás no os será de ninguna ayuda, ni utilidad. 


Es en eso que comprobáis vosotros mismos, si estáis en vuestra Eternidad o no en una postura o en cualquier estado de vuestra conciencia, incluso la más expandida.

…Silencio…

Soy María la Reina de los Cielos y de la Tierra…

…Silencio…

… y bendigo el Amor que sois.

…Silencio…

Os digo ahora y siempre, en la Eternidad del Corazón. Cada uno de vosotros es bendecido desde las Eternidad.

…Silencio…

Soy María y os amo. Entro ahora en silencio en vuestro Corazón para cubriros con mi Manto Azul de la Gracia.

Es la hora de detener mis palabras.

No volveré tan a menudo como lo he hecho durante el mes transcurrido; pero no obstante, volveré en ciertas fechas importantes del calendario. Sabéis que en el mes de junio hay una fecha denominada “Pentecostés”; es también el mes sagrado para otros de mis hijos; tenemos también el “solsticio de verano”.

En este período os pido de dejar emerger el Amor más que a nada; es en ese período que el Amor debe estar por delante, delante de vuestra persona. Es en ese período que, lo que debe ser enfocado lo será con certeza y con evidencia. Como he dicho: “nadie podrá decir, que él no sabía”.

Rindo gracia por vuestra escucha, rindo gracia a nuestra comunión y rindo Gracia a la Luz.

Os quiero...
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